Carmen Romero
"Carmen Romero"
Acrílico sobre lienzo
116 x 73 cm
2012

Maria del Carmen Romero Ortega (León, 1920).

Nace en León pero en seguida marcha a vivir a Andalucía. Su padre, miembro de Izquierda Republicana, es trasladado a distintas localidades andaluzas, Canarias y posteriormente a Madrid. Al comenzar la Guerra Civil, Carmen vive en Madrid con su familia. Estudia el bachillerato en el Instituto Cervantes. Su padre, militar retirado, marcha al frente a defender la República. En octubre de 1936 el resto de la familia se traslada a Alicante para salir de España. Allí toman un barco hasta Marsella y de allí marchan a Paris. Carmen comienza a estudiar en la Sorbona. Al formar la Quinta del Biberón, el hermano de Carmen es llamado a filas. En octubre de 1937 marcha de nuevo hacia España toda la familia instalándose de nuevo en Madrid. Carmen queda sola con su madre, ya que su hermano y su padre están en el frente. Allí logran sobrevivir a los bombardeos constantes. Carmen colabora con la población civil.

Cuando las tropas franquistas se disponen a entrar en Madrid, Carmen y su madre marchan a Alicante intentando escapar. En Valencia consiguen tomar un barco griego que el 19 de marzo de 1939 las lleva a Orán donde coinciden con su padre. Permanecen en Orán seis meses. Primero en el hotel Touring Club, después consiguen un permiso provisional de residencia y se trasladan al barrio moro hasta que pueden marchar a París.

En Francia viven casi tres años. Permanecen en París hasta que la ocupación alemana llega hasta allí. Salen de París el 12 de junio de 1940 en una roulotte con varios amigos. Se dirigen hacia Saint Nazaire con la intención de embarcar en el Champlain rumbo a México pero encuentran la carretera bloqueada. Duermen en pajares o casas de los campesinos de la zona. Durante el trayecto son informados de que el Champlain no zarpa desde Saint Nazaire sino desde Burdeos así que cambian el rumbo y se dirigen a Burdeos donde llegan varios días después econtrándose que el barco ha sido hundido. Burdeos se encuentra colapsada con más de dos millones de personas que huyen de la ocupación alemana. No hay posibilidad de encontrar alojamiento. Tienen que dormir en las aceras hasta que consiguen encontrar una habitación en un hotel. De allí marchan a Chambéry, pueblo cercano a Burdeos, donde prueban a trabajar fabricando maletas, criando conejos o fabricando jabón sin ningún éxito. Regresan de nuevo a Burdeos y se dedican durante casi dos años a fabricar camisas para sobrevivir.

El padre de Carmen es detenido por las SS e internado en una prisión medieval, el Fort du Hâ, donde permanece varios meses encerrado. El alcalde de Burdeos le ayuda a escapar y toda la familia decide escapar de la zona ocupada por los alemanes y una madrugada, vestidos de campesinos, atraviesan la línea de demarcación entrando en zona libre. Pero allí son detenidos por gendarmes franceses, colaboracionistas. El padre de Carmen es mandado al campo de concentración de Gurs y Carmen y su madre son llevadas a Grenade sur Adour, en los Bajos Pirineos. Allí son confinadas en un hotel donde la madre de Carmen, enferma, tiene que ser intervenida quirúrgicamente. Carmen consigue hablar por teléfono con Gilberto Bosques, cónsul de México que les consigue salvoconductos, documentos de identidad y billetes para viajar a México. Así consiguen que el padre salga del campo de concentración y se reúna con ellas. En abril de 1942 marchan a Marsella con intención de tomar el barco Maréchal Lyautey pero tienen que tomar otro, un barco correo que les lleva a Orán. De allí son llevados junto al resto de la expedición a Casablanca en el ferrocarril transahariano. En Casablanca son alojados en el Océan Plage, un balneario utilizado como centro para refugiados. Después de una semana de espera consiguen embarcar en el Nyassa rumbo a México. Pasan casi un mes embarcados. Durante el trayecto tienen que sortear a un submarino alemán que acaba siendo bombardeado y hundido por la aviación aliada.

El 22 de mayo de 1942 llegan al puerto de Veracruz. Allí el Nyassa es recibido por una comisión presidida por Indalecio Prieto que les entrega 60 pesos por persona. De allí son trasladados en tren a Ciudad de México donde son alojados en un hotel. Pronto consiguen un apartamento y Carmen consigue su primer trabajo como secretaria de un director de cine. Posteriormente su padre funda la revista militar Defensa y Carmen entra a trabajar con él durante el tiempo en que la revista puede publicarse gracias a una subvención de la Secretaría de Defensa.

Recuerda que en aquella época las exiliadas republicanas tenían una mentalidad más avanzada que las mujeres mexicanas. Ellas iban a la universidad, trabajaban, usaban medias o entraban en los bares y cafés, cosas que no estaban todavía asumidas por la sociedad mexicana.

Carmen entra a estudiar en el Colegio Madrid gracias a una beca y compagina su trabajo con los estudios. Entra a formar parte del cuadro artístico “Los cuatro gatos” con el que monta sainetes de Arniches que ensayan en el Centro Republicano y llegan a estrenar en el Teatro Arbreu y el Ideal.

Posteriormente entra a trabajar como encargada de una casa de decoración hasta que se casa con otro refugiado con el que tiene dos hijos.
En 1963 regresa por primera vez a España con su marido y sus dos hijos.

Periódicamente realiza viajes a España hasta el fallecimiento de su marido. En el año 2000 realiza su último viaje a España hasta la fecha.

Según sus propias palabras: “Quisiera que no hubieran existido los motivos que nos arrojaron de España, no haberla perdido. La sigo añorando. Pero no puedo borrar que aquí he pasado la mayor parte de mi vida, que es donde eché mis raíces, y sin ellas, no se puede vivir.”

Fuentes:

  • Entrevista a Carmen Romero, 6 de marzo 2012. México DF.
  • Nuevas raíces. Testimonios de mujeres españolas en el exilio, Varias autoras, Edición del Ateneo Español de México, A.C.