La historia de la Maternidad de Elna está unida a la de Elisabeth Eidenbenz.
Elisabeth nace en Zurich en 1913. A los 23 años marcha a España al estallar la Guerra Civil. Forma parte del Cartel de Ayuda Suiza a los Niños de la Guerra Civil Española, una sección del Servicio Civil Internacional que presta ayuda humanitaria a los niños durante la contienda.
Franco desestima su ayuda, así que el Cartel se centra en la España republicana donde realiza tareas de evacuación de niños en zonas bombardeadas así como alimentación y ayuda sanitaria.
A comienzos de 1939 las tropas franquistas toman Cataluña y cerca de medio millón de republicanos marchan a Francia exiliados. Elisabeth retorna a Suiza a principios de febrero pero en seguida marcha a Perpiñan para colaborar en tareas de ayuda humanitaria y encuentra miles de republicanos hacinados en los campos de concentración franceses. En el campo de Argeles a finales de febrero hay 100.000 presos y en el de Barcarés, 80.000. En ambos los prisioneros republicanos se encuentran encerrados entre alambradas en playas sin nada más que la arena de la playa y las pocas pertenencias que habían traído desde España. Expuestos al frío, las enfermedades, la falta de higiene y con una alimentación paupérrima. Las mujeres embarazadas tienen que dar a luz en las cuadras municipales de remonta de Les Haras. La mortalidad infantil en los campos es del 95%.
Elisabeth junto a otro miembro de la asociación, Karl Ketterer, monta una primera maternidad en una casa abandonada en Brouilla, un pueblo cercano a Perpiñan, para que las mujeres embarazadas de los campos de concentración puedan dar a luz en condiciones aceptables. En junio de 1939 llegan las primeras. Allí llegan a nacer 18 bebés.
Elisabeth consigue una furgoneta que utiliza para transportar a las mujeres embarazadas, traer a la comadrona de la comarca o para ir a comprar todo lo necesario para el mantenimiento de la Maternidad. En esos trayectos descubre un castillo en ruinas en las afueras de Elna: el Castillo de d’En Bardou.
Este fue construido en 1900 por Eugène Bardou. En 1927 es comprado por Pierre y Charles Mirous pero queda desocupado y cuando Elisabeth lo alquila en 1939 tiene el tejado roto y varias plantas hundidas.
Con ayuda económica de la central de la Asociación de la Ayuda Suiza a los Niños consigue alquilar el edificio, rehabilitarlo y adaptarlo adecuadamente para trasladar allí la Maternidad.
Elisabeth consigue pactar con el prefecto de Perpignan los permisos de apertura de la Maternidad así como un convenio mediante el cual en los campos de concentración se instalan barracones especiales para las mujeres que se encuentran en las últimas semanas de gestación.
A través de los corredores sanitarios de la Cruz Roja Internacional, la maternidad recibe alimentos traídos desde Suiza.
En la propia Maternidad se cultiva fruta y verdura y se crían animales de granja y corral.
La Maternidad cuenta con 2 ó 3 enfermeras fijas, una comadrona de manera puntual y un médico con el que contar excepcionalmente.
Las primeras mujeres embarazadas llegan en noviembre de 1939. En total llegan a nacer allí 597 bebés.
En 1942 el Cartel Suizo de Ayuda a los Niños Víctimas de la Guerra se fusiona con la Cruz Roja Suiza y pasa a ser una sección de la Cruz Roja Internacional.
La Cruz Roja exige el principio de neutralidad: limitarse a prestar ayuda humanitaria sin tomar partido por ninguna de las partes del conflicto.
En noviembre de 1942 las tropas nazis ocupan el sur de Francia y comienzan a enviar a todas las personas de origen judío a los campos de exterminio. Ese año comienzan a llegar a la Maternidad mujeres judías embarazadas que huyen de los nazis. Elisabeth cambia el nombre de niños judíos para evitar registros.
En abril de 1944 el ejército alemán obliga a Elisabeth a cerrar la Maternidad.
El edificio permanece desocupado y es víctima de saqueos durante más de 50 años hasta que en 1997, sin conocer la historia que ha albergado, lo compra François Charpentier y comienza a rehabilitarlo. Más adelante descubre la historia de la Maternidad.
En 2005 el castillo es comprado por el Ayuntamiento de Elna.
Hoy es un centro de solidaridad. El Ayuntamiento de Elna tiene tres líneas de actuación para darle uso:
- Centro destinado a la Memoria donde poder realizar exposiciones, conferencias, etc.
- Centro de investigación sobre la historia humanitaria, sobre todo de las organizaciones de las que nunca se habla (cuáqueros, etc)
- Centro de acogida de personas víctimas del exilio y otros conflictos.
Fuentes:
- La Maternidad de Elna, de Assumpta Montellá (Ara Llibres, 2007).
- Conversación con Michel Guisset, Gilbert Susagna y Annie Pezin. 27 noviembre 2010.
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